…decía el guerrero evolucionario:
- Yo vine a este mundo a ejecutar la re-EVOLución.
- Soy terrícola, pero mi lugar de origen no es exactamente la Tierra.
- Tengo que dejarme llevar en el juego de la vida (el del gran mago).
- A ratos puedo ser un comodín dentro de la baraja.
- No importo yo, sino la causa. Ofrezco mi vida a la lucha (la muerte no me asusta).
- Me protegen fuerzas superiores. Soy uno de miles…
- La fuerza del Amor es la más poderosa, e intento recordarla para que me guíe.
- Yo no soy yo; me puedo desprender de mi ego, mi humanidad no me limita; no me “importo”.
- Puedo actuar en distintos planos, con la mente, las palabras y el corazón…
- Mi conciencia es parte del gran corazón; soy todos, somos uno.
- Mi personalidad es solo una máscara; aún así la necesito, sin ella me llamarían loco.
- Debo unirme a quienes se dirijan en sentido de la luz.
- No debo perder mi principal objetivo con aromas humanos que seduzcan mi humanidad.
- Soy libre.
- El intelecto me ayuda, pero mi fuerte está en el espíritu.
- ¡Estoy vivo! Debo atenderme y cubrir mis necesidades cotidianas.
- Nunca debo tener miedo; ni a las certezas, ni a las dudas.
- Puedo lograr lo que deseo y necesito, manteniéndome atento a la “lógica del sueño“.
- Tengo una familia, “derechos y deberes”… vivo en sociedad (por primitiva que sea…).
- Todo sirve. El bajón y la cima me hacen crecer.
- ¡Ahora es cuando! Debo creerme el cuento sin importar los resultados.